viernes, 5 de junio de 2009

GUERRA SUCIA CONTRA LA JUCO

Notas de Juan Cendales

Guerra sucia contra la JUCO desde la Revista Cambio
Retaliación por el aplazamiento del TLC por parte del gobierno de Noruega?

Nuevamente un “informe de inteligencia” es publicado en un medio de comunicación colombiano como si fuera una supuesta nota periodística. En la edición de la Revista Cambio hay una nota bastante amplia y promocionada desde la portada titulada La diplomacia de las Farc. La nota no tiene firma por lo que es de responsabilidad total del Consejo de Redacción y del Director de la revista. Y mucho más si es el artículo de portada, es decir la nota central y más importante de la revista en esta edición. Lo que supone una amplia discusión y revisión por el Consejo de Redacción y el Director. En este caso el Doctor Rodrigo Pardo.

Dentro del largo y supuestamente bien sustentado “informe periodístico” hay una pequeña nota, muy pequeña en su extensión pero inmensamente peligrosa. Hace la Revista un cuadro de la presencia de las FARC en diversos países y continentes. En la parte correspondiente a Europa señala a Noruega y allí textualmente dice:

“Noruega: Las juventudes comunistas noruegas ayudan a miembros de la Juventud Comunista, Juco, de Colombia que son enviados allí para ser adoctrinados”

De acuerdo a esta nota periodística de la Revista Cambio tanto las Juventudes Comunistas de Noruega como los dirigentes de la Juventud Comunista que van a Noruega lo hacen como parte de la estructura y el trabajo internacional de las Farc.

No sabemos si en Noruega existe o no una organización llamada juventudes comunistas. Lo que sí sabemos es que la Juventud Comunista Colombiana sostiene desde hace diez años un Programa de Intercambio con la Juventud Socialista de Noruega (SU), que se hace por medio del Consejo Nacional de la Juventud Noruega. Tambien es de público conocimiento que organizaciones estudiantiles noruegas cooperan con organizaciones estudiantiles colombianas.

El informe de la Revista Cambio tiene todos los componentes de ser un vulgar informe de algún organismo de inteligencia colombiano, ligeramente retocado para darle fachada periodística. Y es evidente que busca varios objetivos. El primero de ellos seguir con la campaña desplegada por la inteligencia militar y el gobierno de Uribe para criminalizar a la Juventud Comunista Colombiana, en el marco de la criminalización de toda la oposición. En segundo lugar se criminaliza la solidaridad y la cooperación internacional y en tercer lugar es un vulgar mecanismo de presión para buscar la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Noruega. El pasado mes de marzo el gobierno noruego aplazó la toma de decisión sobre el acuerdo para tener más información sobre la situación de los derechos humanos en Colombia. Esta decisión fue anunciada el 20 de marzo por la ministra de finanzas Kristin Halvorsen, quien pertenece al Partido Socialista de Noruega, del cual hace parte la Juventud Socialista con quien la JUCO tiene relaciones de cooperación. Esto nos lleva a pensar que la presentación de las actividades legales de la JUCO en Noruega como parte del trabajo internacional de las Farc no solo es obra de la mal llamada “inteligencia militar”. Ahí se nota la mano de la cancillería colombiana.

Es una lástima que una persona como Rodrigo Pardo un periodista y político con una gran tradición e imagen de seriedad y profesionalismo avale este tipo de señalamientos contra la Juco y contra el gobierno Noruego. O por lo menos no se tome la molestia de preguntar y olfatear la realidad de las cosas. Esperamos que esos valores que le reconocemos le permitan una rectificación tal como se lo está reclamando la Juventud Comunista Colombiana.

CONCLUCIONES DEL CONGRESO DEL POLO JOVEN

Declaración Política del Primer Congreso Nacional de
Jóvenes del Polo Democrático Alternativo

El Polo Joven, hombres y mujeres, venidos de todas las regiones de Colombia, indígenas, estudiantes, afrodescendientes, trabajadores, campesinos, en un ambiente unitario y democrático, reunido en su Primer Congreso, ratifica los postulados contemplados en el Ideario de Unidad de nuestro partido y se compromete a desarrollar con todo entusiasmo las tareas emanadas de este evento y las que sean necesarias para su desarrollo en la juventud colombiana.

Las condiciones internacionales y nacionales son propicias para el avance de nuestra organización. Vivimos una profunda crisis del sistema financiero y productivo a nivel mundial, de sectores emblemáticos de la industria, causada por la especulación de los agentes monetarios. Irónicamente, los planes para salvar al capital especulativo, han sido financiados con los dineros públicos mientras que los costos de la crisis recaen sobre los hombros de la población mediante despidos masivos, incremento de los impuestos y recorte de derechos sociales y económicos.
En nuestro país el modelo político y económico de la “confianza inversionista” y la “seguridad democrática”, que agencia Álvaro Uribe Vélez ha sufrido profundas grietas; el desplome de la economía evidenciado en el decrecimiento de la industria, la quiebra del sector agrario y el descenso de la tasa de ocupación, así como el desborde de la inflación, la pérdida de la seguridad alimentaria, son factores que agravan la ya difícil situación generalizada de pobreza y miseria de la mayoría de los colombianos y colombianas.

La política económica y social del uribismo ha estado complementada con el recorte de los derechos y libertades democráticas de la población. Innumerables hechos así lo comprueban: la parapolítica, la yidispolítica, los constantes ataques contra la rama judicial, la represión contra las protestas sociales mediante la declaratoria de conmoción interior, la orden de allanamiento de las universidades públicas, los crímenes de Estado denominados falsos positivos, los atentados a la libertad de prensa, los virulentos ataques y calumnias contra la oposición cuyo blanco favorito ha sido el Polo Democrático Alternativo.

Todas estas políticas afectan enormemente a la juventud colombiana. Entre sus nefastas manifestaciones está la política de privatización de la educación, negándole a masas inmensas de niños, niñas y jóvenes el acceso a las instituciones educativas y aplicando infinidad de medidas que atentan contra la calidad de la educación, cumpliéndose el principio antinacional y antidemocrático de “educación subdesarrollada para un país subdesarrollado”.

Al recorte del derecho a la educación se suma un desconocimiento generalizado y sistemático a los derechos y libertades de los jóvenes colombianos. La flexibilización y tercerización laboral conduce a la juventud a la economía informal; el negocio en que se ha convertido el sistema de la salud excluye el acceso universal a este derecho; la restricción a la libertad de movilización y organización, es producto de una política represiva que incluye la estigmatización por razones culturales, regionales, de opción sexual y a expresiones políticas y sociales organizadas.

Es deber del Polo Joven adelantar una intensa y sistemática campaña entre la juventud que ponga al descubierto lo dañino que para nuestro futuro y el del país representa la continuidad del proyecto impuesto de entrega de la soberanía nacional y recorte de los derechos democráticos.

El Polo Joven en correspondencia con el Ideario de Unidad del Polo Democrático Alternativo, reafirma su oposición a la lucha armada como mecanismo para resolver las contradicciones políticas y sociales y condena el secuestro, los crímenes de guerra y de lesa humanidad, el terrorismo y toda suerte de actos contra la dignidad de las personas y sus derechos y bienes, sean estos cometidos por las FARC, el ELN, el paramilitarismo o por agentes del Estado. No queremos más jóvenes muertos ni desplazados por este conflicto. El Polo Joven reconoce la existencia en Colombia de un conflicto armado que debe ser resuelto por la vía política ya que consideramos que ese es el único medio para resolverlo.

Nos comprometemos a participar activamente en las labores de organización y movilización de la población en procura de conquistar mejores condiciones de vida y de trabajo, luchas en las que la juventud colombiana jugará un papel protagónico.

Es inevitable el resquebrajamiento del proyecto uribista, lo que representa una oportunidad única para que el Polo y los sectores progresistas de la nación puedan avanzar en el propósito de alcanzar el poder político y hacer realidad el sueño de una Colombia soberana, democrática y en paz con la plena aplicación de los derechos y libertades de la población juvenil,. Para ello consideramos condición indispensable la unidad nacional de los más amplios sectores sociales y populares, en torno a un programa de transformación acorde a las más sentidas necesidades de la sociedad colombiana.

Las Juventudes del Polo Democrático Alternativo nos ponemos a entera disposición para este cometido.
Ibagué, Febrero 8 de 2009

CON OEA O SIN OEA

Con OEA o sin OEA

Por: Lázaro Fariñas*
Correo:
digital@jrebelde.cip.cu
05 de junio de 2009 00:47:32 GMT

Al igual que cualquier equipo electrónico, que cuando no sirve se bota, los organismos internacionales, cuando no funcionan, deben desaparecer. Ese es el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde su fundación, allá en 1948, esa organización regional apenas puede contar nada positivo que haya realizado en pos del bienestar de los pueblos que, supuestamente, representa. Es más, casi se puede afirmar lo contrario.

Cada vez que ha habido una intervención militar, directa o indirecta del gobierno de Estados Unidos en la región, los estados miembros de la OEA han participado en ella, la han apoyado o se han quedado callados no diciendo ni pío para condenarla. República Dominicana, Granada, Haití, Cuba, Nicaragua, son ejemplos vivos de la complicidad de esa organización con las acciones violentas de uno de sus miembros. Es más, Estados Unidos estructuraba sus planes intervencionistas y después contaba con el incondicional apoyo del organismo interamericano. Es así que, en el transcurso de los años, su desprestigio e inoperancia la han convertido en una entidad digna de desaparecer.

Varios países de Latinoamérica están pidiendo su desaparición, alegando que no hay razón para seguir manteniendo un aparato disfuncional que solo sirve para que Estados Unidos y algunos incondicionales de la región sigan hablando de una comunidad de intereses americanos cuando, en realidad, esa comunidad de intereses, en la práctica, no existe.
Los intereses de La Paz distan bastante de los intereses de Washington. Entre uno y otro no hay nada, ni política, ni social, ni culturalmente en común. Sus historias son diametralmente opuestas, sus costumbres son tan diferentes como la noche y el día, y la visión de la vida de uno y otro pueblo en nada se parecen. Lo que pasa entre La Paz y Washington, es lo mismo que pasa entre este y los otros países de la región. Entonces, ¿para qué seguir hablando de la existencia de un interés común que realmente no existe? Latinoamérica es una cosa y Estados Unidos es otra. Ni tan siquiera el idioma los une.

Ahí está la reciente reunión de la OEA en Honduras. Allí ha quedado demostrada la profunda división de intereses que existe entre el norte y el sur. Todos los países reunidos en Trinidad y Tobago en la Cumbre de las Américas el pasado abril le pidieron a Estados Unidos que abandonara la política agresiva contra Cuba y que se sentara a conversar con el gobierno cubano. El presidente Obama y su Secretaria de Estado supuestamente tomaron nota de lo expresado por los líderes de la región. Parece, sin embargo, que como les habían hablado en un idioma diferente, poco entendieron.

Ahora en Honduras, para la reunión de la OEA, Estados Unidos empezó a poner peros y trabas para que no se levantaran las sanciones contra Cuba que acordaron en la octava reunión de esa organización 47 años atrás en Montevideo, Uruguay. En aquel cónclave, se acordó expulsar a Cuba del organismo regional porque, supuestamente, Cuba había adoptado un camino «incompatible con los principios y propósitos del sistema interamericano». Habría que averiguar cuáles eran esos principios, ya que sabemos cuales eran los propósitos. Trece países, de los 21 que componían la OEA en aquellos momentos, votaron a favor de que Cuba fuera expulsada. Hubo seis abstenciones y por supuesto, el voto de Cuba en contra.
Existe un párrafo en la declaración del 62 que es digno de ser enmarcado y colocado en el puesto de honor de la hipocresía política mundial. Dice lo siguiente:
«Que entre esos propósitos y principios están los del respeto a la libertad de la persona humana, la preservación de sus derechos y el pleno ejercicio de la democracia representativa; la no intervención de un Estado en los asuntos internos o externos de otro y el rechazo de alianzas o entendimientos que motiven la intervención de potencias extracontinentales en América».
¿Qué les parece? Es imprescindible nombrar algunos de los países que votaron a favor de «defender la libertad humana y la preservación de sus derechos y el pleno ejercicio de la democracia». Allí estaban, entre otros, los representantes del general Anastasio Somoza, de Nicaragua; del general Miguel Ydígoras Fuentes, de Guatemala; del general Alfredo Stroessner, de Paraguay... Es decir, la crema y nata de la fauna de dictadores latinoamericanos se reunió en ese Montevideo del 62, nueve meses después de la invasión de Bahía de Cochinos, para expulsar a Cuba de la OEA, por orden de Estados Unidos.

Hoy no existen aquellos personajes, ni existe la Unión Soviética, ni el llamado comunismo internacional, pero la representación norteamericana fue a la reunión de Honduras para, según la Secretaria de Estado, decir que «no se trata de revivir el pasado, esto es sobre el futuro, de ser fiel a los principios fundadores de esta organización». ¿Cuáles principios? ¿Los de Somoza, Duvalier, Trujillo y otros dictadores, que junto con Estados Unidos participaron en la fundación de la OEA? En realidad, ¿para qué sigue existiendo la OEA? Ahora que acaban de revocar aquella resolución de 1962, América Latina sigue un curso diferente al de aquellos tiempos, no importándole si con la OEA o sin la OEA.

miércoles, 4 de marzo de 2009

CRIMEN DE JOSE ANTEQUERA, 20 AÑOS DE IMPUNIDAD

Para José Darío Antequera Castañeda, Hijo de José Antequera, dirigente del partido político de izquierda Unión Patriótica UP y del Partido Comunista Colombiano PCC, asesinado vilmente el 3 de marzo de 1989, son veinte años de ausencias que implica enfrentar lo que es el crimen oficial y el desconocimiento de las autoridades y la sociedad frente a toda la impunidad reinante en el país ante el genocidio cometido por agentes del estado contra las organizaciones de oposición al régimen oligárquico y ultraderechista. José Darío, junto a Erika su hermana, considera que han podido resistir a este duro golpe gracias al temple y la firmeza de su señora madre María Eugenia Castañeda, abogada que supo conducir la nave familiar a buen puerto.
Hoy los hijos del dirigente inmolado son profesionales y encabezan la asociación hijos e hijas por la memoria y contra la impunidad. Encabezaron, al lado de la Corporación de derechos humanos Reiniciar, la conmemoración de los veinte aniversarios con un regio acto en el cual fue presentado el documental “La historia que no contaron” un magnifico trabajo de recopilación de imágenes y documentos de “Pepe” Antequera, con la semblanza del padre, hermano y líder juvenil forjado en las filas de la Juventud Comunista Colombiana JUCO, el movimiento estudiantil universitario siendo presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Colombia UNEC, dirigente del PCC y de la UP, donde fue el asesinado número 721 dentro del exterminio que el estado colombiano cometió contra esta fuerza de oposición. El acto conmemorativo tuvo lugar el martes 3 de marzo en el auditorio del museo nacional en Bogotá con nutrida asistencia de personalidades como la senadora Gloria Inés Ramírez, del Polo Democrático; Carlos Lozano Guillén, director del Periódico VOZ; Jahel Quiroga, directora Reiniciar; Darío y Carmiña Antequera, hermanos de Pepe; María Eugenia Castañeda, esposa de Pepe; muchos estudiantes universitarios y militantes del PCC y la JUCO.
GOBIERNO NIEGA DERECHOS DE LAS VICTIMAS
José Darío Antequera Castañeda manifiesta su complacencia por la importante vinculación de jóvenes a la iniciativa de su asociación. “Hijos e Hijas es una agrupación que surge en el año 2006 para trabajar por la necesidad de rescatar la memoria, no todos sus integrantes son víctimas del terrorismo de estado pero estamos haciendo una rica experiencia para romper el silencio frente a la impunidad; Por el reencuentro de historias rotas por la guerra y en el objetivo de afianzar la dignidad de las víctimas” señala. Hemos conocido la historia de la Unión Patriótica UP, valorarla, reivindicarla, afirma. Considera que la actitud del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez es la del gobernante que tiene una responsabilidad y quiere ocultarla para no garantizarles los derechos a las víctimas del genocidio oficial. Uribe quiere consolidar lo que no es posible, matar las ideas.

lunes, 10 de noviembre de 2008

UNA HISTORIA DE LUCHA DE LA JUCO


Los orígenes más remotos de la JUCO son la fundación, el 17 de julio de 1932 (a sólo dos años de fundado el PCC), de la Liga Juvenil Comunista de Colombia de cuya dirección fue encargado Jesús Villegas. La LJCC fue una organización guiada por el marxismo leninismo que orientó su accionar en la construcción de sindicatos y ligas agrarias con amplia participación juvenil. Realizó dos congresos sin que se tenga mucha más documentación. Las condiciones de persecución y clandestinidad de los comunistas colombianos llevaron a que se disolviera completamente en el PCC.
La actual JUCO se fundó el 1 de mayo de 1951 como Juventud Comunista de Colombia, efectuando su I Conferencia bajo la clandestinidad. Durante la dictadura de Rojas Pinilla, tanto el PCC como su Juventud, fueron ilegalizados. El 9 de junio del 1954 el militante de la JCC
Helmo Gómez Lucich, peruano de nacimiento y estudiante de la Universidad Nacional, cae en las calles de Bogotá fusilado por el Batallón Colombia mientras protestaba por el asesinato el día anterior del también estudiante Uriel Gutiérrez. Junto a Gómez Lucich caen también Álvaro Gutiérrez, Rafael Chávez, Hernando Morales, Hernando Ospina, Jorge Chía, Jaime Pacheco, Higo León, y Jaime Moor. En su memoria se conmemoran los 8 y 9 de junio como Días del Estudiante Caído. El 8 de julio del 1954 estudiantes comunistas y liberales crean la Federación de Estudiantes Colombianos, con amplia influencia de la JCC, que dirigirá las luchas estudiantiles contra el régimen.
Entre 1956 y 1959 se realizan los tres congresos de la Unión Nacional de Estudiantes Colombianos (UNEC) que originalmente unía a liberales y comunistas, pero que quedará finalmente bajo la batuta de la JCC. En 1959 se realiza el I Pleno Nacional de Dirigentes de la JCC, orientado a la reorganización y constitución orgánica de la Juventud Comunista y a la ampliación de la influencia nacional de la misma. Desde este Pleno se popularizó el nombre de JUCO para referirse a la organización en lugar de JCC. En julio de 1961 se reúne en la clandestinidad la III Conferencia Nacional de la Juventud Comunista de Colombia que discute y aprueba la “Línea de Masas”. Del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 1962 se realiza en Bogotá el I Congreso de la JUCO bajo la consigna “Por la revolución colombiana organicemos la juventud”, siendo elegido secretario general
Manuel Cepeda Vargas.
Para 1963 se reúne el I Congreso Nacional Universitario, que funda la Federación Universitaria Nacional (FUN), donde los militantes de la JUCO tienen amplia representación. En 1964 la JUCO realiza una campaña nacional de solidaridad con la resistencia campesina del Tolima, en donde pone también su cuota de sangre:
Habacuc Trujillo y Hernando González Acosta son abatidos por las balas oficiales.
El V Pleno del Comité Central de la JUCO en 1965 expulsa de su interior a los llamados “fraccionalistas” (
Francisco Garnica y Fred Kaim entre otros) que defendían las tesis del Partido Comunista de China sobre la asituación internacional. Los expulsos fundarán en 1965 el Partido Comunista de Colombia – Marxista Leninista.
El 11 octubre de 1966 se realizó el II Congreso de la JUCO cuyo lema fue “Ganar y organizar la juventud colombiana para las luchas revolucionarias” en donde se insistió en la necesidad de “proletarizar” las filas de la organización dado que la mayoría de la militancia la constituían estudiantes.
En la década de 1970 la JUCO se fortaleció en los distintos espacios estudiantiles y agrarios e impulsó sin mucho éxito la Federación Obrera Juvenil (FOJ) como espacio para la juventud trabajadora. Militantes de la JUCO impulsaron la lucha por la vivienda digna con la Central Nacional Provivienda (CENAPROV).
Para la década de 1980 la JUCO impulsó el trabajo juvenil unitario en la
Unión de Jóvenes Patriotas, que agrupaba a las juventudes de la Unión Patriótica. El genocidio político contra la UP y el PCC afectó fuertemente a la Juventud Comunista: cuadros destacados como Jesús García, Vladimir Cañón Trujillo, María de la Concepción Bolívar, Irian Suaza y muchos más, fueron asesinados o desaparecidos.
La caída del “socialismo real” y la crisis del PCC afectaron fuertemente a la JUCO. Para 1991 cerca de la mitad de su Comité Ejecutivo Central renunció a la militancia y varios regionales dejaron de existir. Se inició una ardua labor de reconstrucción confirmada por el VIII Congreso (“Por el derecho a ser Joven”, septiembre 18 al 20 de 1992) y que durará hasta el IX Congreso.
La labor reconstructora y unitaria permite la realización de la Asamblea Nacional de Estudiantes Universitarios (Abril 6-10 de 1995) en la Universidad Nacional, donde participan cerca de mil estudiantes de todas las universidades del país. El esfuerzo de reconstrucción del trabajo de la JUCO en el sector estudiantil converge a la creación de la
Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios en el Congreso Nacional de universitarios (Cartagena, mayo 22-28 de 1198), organización gremial estudiantil con presencia de la JUCO y de otros sectores liberales y democráticos.
El X Congreso realizado en 1999, declara la estabilización de la organización. El XI Congreso (“Jóvenes por una Patria Nueva”, noviembre 8-11 de 2002) presentó la Plataforma Juvenil por la Patria Nueva, orientada a la unidad juvenil democrática y basada en siete puntos (unidad juvenil para los cambios democráticos, contra el imperialismo y el militarismo, por el derecho a la organización y participación juvenil, por educación pública y vida digna para la juventud, por las reivindicaciones culturales deportivas y culturales, por oportunidades para los jóvenes del campo, y contra todo tipo de discriminación) que orientaron la participación de la JUCO en los espacios juveniles del
Frente Social y Político.
El XII Congreso (“La unidad nuestra bandera, la revolución nuestra lucha”, diciembre de 2005) mantiene la Plataforma Juvenil por la Patria Nueva vinculándola con las nuevas perspectivas unitarias del PCC (
Polo Democrático Alternativo, Gran Coalición Democrática).